El factor inflamatorio de la diabetes condiciona los tratamientos oftalmológicos y la recuperación de la vista
Además, todavía existe un 5% de pacientes con diabetes que acuden al oftalmólogo cuando su patología ya está avanzada y el estado de su vista requiere cirugía urgente
Aunque el tratamiento de las complicaciones en la vista derivadas de la diabetes ha evolucionado mucho en las tres últimas décadas, esta enfermedad que afecta a más de 6 millones de personas en España, sigue representando un reto para los oftalmólogos. “Cada vez hay más evidencias de que la diabetes no solo tiene un componente vascular, sino también neurotrófico e inflamatorio. Esto provoca que la recuperación visual de los pacientes tras someterse a tratamiento sea más lenta, inestable e impredecible, variando mucho de una persona a otra, con independencia del grado de severidad de la patología”, explica la Dra. Andrea Oleñik, especialista de IMO Grupo Miranza.
Así se refleja, por ejemplo, en la vitrectomía, la cirugía más común para tratar los problemas del fondo del ojo, cuyos resultados definitivos en la vista, en el caso de los diabéticos, pueden prolongarse de 1-2 semanas, como suele ser habitual, hasta varios meses. Además, “el riesgo de recaídas visuales también aumenta cuando hay episodios inflamatorios o una inflamación crónica de base asociada a la diabetes”, apunta la Dra. Oleñik, quien destaca la importancia de prestar atención a este aspecto y manejarlo adecuadamente en la consulta oftalmológica con fármacos antiinflamatorios, ya sean tópicos (gotas) o intravítreos.
Por otro lado, también es fundamental el estudio y seguimiento personalizado de la vista de cada paciente con diabetes y, según la Dra. Oleñik, “como oftalmólogos no fijarnos solo en el ojo, sino en el paciente como un todo, atendiendo a su estado de salud general”.
Abordaje integral del efecto de la diabetes en la vista
Estudios han demostrado que la presencia de retinopatía diabética (lesiones en la retina a causa de la diabetes) y nefropatía diabética (daños en el riñón) está relacionada mutuamente, lo que pone de manifiesto la importancia de la colaboración con distintos profesionales sanitarios, como endocrinólogos y nefrólogos. Asimismo, la Dra. Oleñik advierte que “dentro de la propia oftalmología, también hemos de tener en cuenta que la retina no es la única afectada por la diabetes, que también puede repercutir en el nervio óptico, mermando sus fibras nerviosas, y la córnea, produciendo úlceras. Todas ellas son estructuras indispensables para la visión”.
Cultura preventiva del paciente diabético
Nuestros especialistas destacan que un 5% de las consultas al oftalmólogo por afectación de la diabetes en la vista se producen cuando el daño ocular ya está avanzado y puede dejar secuelas visuales irreversibles. Principalmente, son pacientes jóvenes, con diabetes tipo 1 e insulinodependientes, que, por falta de concienciación u otros condicionantes, llevan un mal control metabólico. De hecho, los pacientes con diabetes complejas que a pesar de tomar las medidas preventivas oportunas pierden visión de forma severa representan menos del 1% (como es el caso de Cris de Diego), lo que pone de relieve la importancia de la prevención.
Junto con la innovación terapéutica en fármacos, láser y cirugía, los programas de seguimiento y detección precoz de problemas visuales en los pacientes con diabetes son la clave para evitar el desarrollo de complicaciones oculares. Por ello, desde Miranza recomendamos acudir a una revisión con el oftalmólogo como mínimo una vez al año en caso de tener diabetes o más frecuentemente, con la periodicidad que indique el especialista, si ya hay algún grado de retinopatía diabética diagnosticada. A escala mundial, esta todavía sigue siendo la principal causa de ceguera en adultos en edad laboral.