Cerca del 50 % de los pacientes con glaucoma están sin diagnosticar
El glaucoma afecta de forma progresiva al nervio óptico y, a menudo, se suele decir que una enfermedad “silenciosa”. Esto es así porque, como explica el Dr. Fernando López, especialista de Miranza Instituto Gómez-Ulla, “en sus fases iniciales, no da síntomas visuales. De hecho, cerca de la mitad de los afectados no saben que la padecen. Por eso es tan importante el diagnóstico precoz de la enfermedad con revisiones oculares periódicas”.
Glaucoma: más allá de la hipertensión ocular
Los controles también son clave para detectar precozmente el glaucoma en personas que no tienen hipertensión ocular (su principal factor de riesgo). En este sentido, el Dr. López aclara que “muchas veces nos encontramos con pacientes que creen que esta enfermedad es sinónimo de tener la presión ocular alta. No obstante, aunque es algo poco frecuente, también es posible tener la tensión ocular normal y tener glaucoma”.
Esto pasa porque este grupo de pacientes es más susceptible de sufrir daños en el nervio óptico, aun estando en cifras normales de presión ocular.
Cómo afecta la presión ocular a la vista
En los glaucomas más habituales, con una presión ocular alta, la evolución de la enfermedad es progresiva. “El ojo se va acostumbrando a esta situación y el paciente no nota dolor ni picor ni ninguna molestia”, explica el especialista de Miranza Instituto Gómez-Ulla. Sin embargo, también puede producirse un aumento brusco de tensión y “en esos casos, sí puede haber dolor en el ojo o alteraciones visuales”.
De este modo, el paciente puede saber que tiene glaucoma “en una revisión ocular o cuando la enfermedad ha avanzado tanto que ya ha afectado a su campo visual y no ve como antes”.
¿Y el daño visual se recupera? “No, con los tratamientos actuales (colirios, láseres y cirugía) solo podemos mantener la visión en el momento del diagnóstico”, aclara el Dr. López.
Prevenir daños irreversibles
El experto de la clínica gallega de Miranza recuerda que, además de la presión ocular elevada, hay que prestar atención también a otros factores de riesgo, como :
- Los antecedentes familiares de glaucoma.
- La edad avanzada (mayores de 60 años).
- La miopía alta.
Avances en tecnología diagnóstica
En última instancia, el especialista en glaucoma de Miranza Instituto Gómez-Ulla destaca un avance: “Gracias al desarrollo de nuevas herramientas tecnológicas, como la telemedicina o la inteligencia artificial, seremos capaces de hacer diagnósticos mucho más precoces”.
En el caso de la inteligencia artificial (uno de los proyectos de investigación que impulsa el área de I+D+i de Miranza), incluso se abre una vía hacia un tratamiento más personalizado para mejorar la calidad de vida del paciente con glaucoma.