Cómo mantener tu salud ocular frente a los riesgos del verano
El verano ya está aquí y con él aparecen en la vida diaria de la mayoría de personas una serie de riesgos para la salud ocular que permanecen ausentes durante el resto del año. La exposición al agua del mar, la exposición al agua de la piscina, la utilización del aire acondicionado y de los ventiladores, la intensificación de la incidencia de la radiación solar o las altas temperaturas son algunos de los más importantes. Como dice el doctor Ronald Sánchez, oftalmólogo y especialista de Miranza, “nuestros ojos pueden verse afectados por factores externos a los que nuestra visión no está acostumbrada“. De ahí la importancia de conocer e implementar las recomendaciones oftalmológicas claves.
Cuida tu visión en la playa
El agua del mar suele ser contemplada como un agua totalmente inocua por su carácter natural. Sin embargo, no todo lo natural resulta bueno para la salud humana. Y este es un ejemplo perfecto. En palabras del propio Sánchez, “se recomienda siempre el uso de gafas bajo el mar ya que el contacto de la sal en los ojos produce una sequedad de las lágrimas oculares que pueden llegar a derivar en una lesión” como puede ser la úlcera o la infección de la córnea o la conjuntiva. Después de todo, el mar es el hábitat de infinidad de especies de amebas, bacterias y virus peligrosas que pueden afectar al estado de salud de los ojos. La zona ocular es muy sensible. Requiere una atención muy especial.
Protege tus ojos la piscina
Las gafas de buceo también son imprescindibles en la piscina. Allí no es la sal la que produce un conflicto con la salud ocular sino un elemento presente precisamente para destruir a los microorganismos infecciosos que proliferan en ese agua: el cloro. Este, especialmente durante una inmersión prolongada, puede producir lesiones abrasivas en la córnea cuando se bucea o se permanece dentro del agua con los ojos abiertos. “Ocasiona una pérdida de la recuperación de la capa de mucosa que altera la capa más interna de nuestro ojo, dejándolo desprotegido“. Esto produce lo que llamamos ojo seco “, explica Sánchez. Además, el frotamiento por irritación puede conducir a lesiones como el queratocono.
Cuida tu salud ocular ante el sol
Existe una razón por la cual hace mucho más calor en verano: los rayos solares inciden de manera más perpendicular sobre la Tierra. Pero eso no solo afecta a la temperatura sino también a tus ojos. Según, nuevamente, el doctor Sánchez, “el calor produce una desecación de la película lagrimal, principalmente por la propia evaporación del entorno” y la incidencia más directa de los rayos ultravioletas puede causar daños en el interior del ojo. De ahí la importancia crucial del empleo de gafas de sol homologadas. Además, también es importante hidratarse en todo momento y evitar el contacto directo con las corrientes de aire procedentes de los aires acondicionados y ventiladores.
Protege tus ojos de las alergias
Existe la falsa idea de que las alergias ambientales son un fenómeno exclusivo de la primavera. En realidad, y como anota nuestro experto, “no solo existe la alergia estacional primaveral, sino que se dan otras alergias relacionadas con partículas que no necesariamente son de origen vegetal y que aparecen en épocas de calor”. Lo aconsejable, en caso de experimentar síntomas, es acudir a un médico especialista para que lo evalúe y prescriba antihistamínicos en caso de que sea pertinente. Además, y para minimizar la exposición a dichas partículas, recomendamos una vez más la utilización de gafas de sol de calidad que actúen como barrera física.
Otros consejos para proteger los ojos en verano
La exposición al sol debe realizarse con las medidas oportunas, como el empleo de gafas de sol y la aplicación de crema solar con protección alta, y sobre todo de manera limitada. En ningún caso es recomendable pasarse días enteros bajo sus dominios. Además, desde Miranza también animamos a las personas a no utilizar lentillas cuando se bañen en la piscina o en la playa, a no compartir toalla para no facilitar el contagio infeccioso, a evitar el contacto de la crema protectora con los ojos y lavar con abundante agua en caso de que ocurra y a lubricar los ojos con colirios o lágrimas artificiales durante los viajes en avión. Vivamos un verano feliz que sea sano para nuestros ojos.