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Las enfermedades de retina se encuentran entre las principales causas de pérdida de visión. Para saber más acerca de su diagnóstico, seguimiento y tratamiento eficaz, el Dr. Miguel Ruiz Miguel, especialista en retina de Miranza Begitek y Miranza Ókular, nos da algunas claves a tener en cuenta.

Una de las más importantes para el diagnóstico de las enfermedades de retina, según el especialista, es respetar la frecuencia de revisiones, ya que espaciarlas puede repercutir en un peor pronóstico visual. Esto ha ocurrido en algunos pacientes que, por distintas circunstancias en el contexto de pandemia, no han podido acudir a sus citas con el oftalmólogo, pese a que en las clínicas Miranza hemos aplicado todas las medidas de seguridad con la máxima exigencia.

El Dr. Ruiz Miguel aclara que no hay una única pauta para acudir a revisiones oculares, aunque, una vez diagnosticada cualquier enfermedad de la retina, deben mantenerse controles de seguimiento según indique el especialista en cada caso, pudiendo ser desde anuales hasta mensuales en algunos tipos de DMAE o cada 2-3 meses para formas severas de retinopatía diabética.

También en los casos en los que no hay diagnóstico de una enfermedad de retina, es fundamental no bajar la guardia, especialmente los mayores de 65 años y las personas con diabetes, dos poblaciones diana que requieren una monitorización más estrecha.

Factores de riesgo en enfermedades de retina

Según el oftalmólogo de Miranza Begitek y Miranza Ókular, la edad es un factor clave en varias enfermedades de la retina, como la DMAE, aunque también entran en juego los antecedentes familiares y hábitos de vida como fumar, tener una dieta pobre en fruta y verdura o exponerse al sol durante años sin protección ocular. Otro factor de riesgo a tener muy en cuenta es la diabetes, que puede provocar retinopatía diabética, una enfermedad grave de la retina que, al principio, no avisa y, por tanto, solo se puede detectar con un examen periódico del fondo de ojo. Asimismo, la miopía –sobre todo la alta miopía–, puede propiciar varias complicaciones en la retina, entre ellas, un desprendimiento.

Los pacientes con estos factores de riesgo, deben estar especialmente atentos a posibles enfermedades de retina, noten o no síntomas de alarma. Destacan las dificultades para leer o ver nítido y la percepción deformada de las imágenes, en el caso de daños en la mácula o área central de la retina (DMAE, membranas epirretinianas maculares…), y aparición de moscas volantes, luces o una sombra negra en el campo visual, si nos referimos al desprendimiento de retina.

Tratamiento presente y futuro

Hace 20 o 25 años se hablaba de las enfermedades de retina como algo que no solía tener solución, explica el Dr. Ruiz Miguel, quien destaca el gran avance que se ha producido en este sentido. Por ejemplo, para la DMAE o la retinopatía diabética existen inyecciones intraoculares de fármacos que se administran directamente en el ojo, cada cierto tiempo, y permiten frenar su progresión e incluso recuperar parte de la visión desmejorada. Además, estos fármacos tendrán cada vez un efecto más eficaz y duradero para las patologías de retina.

En el caso del desprendimiento de retina y de las membranas epirretinianas el tratamiento es quirúrgico, con técnicas muy depuradas como la vitrectomía. Sus resultados son satisfactorios en un alto porcentaje, aunque, para ello, es clave realizar un abordaje precoz del problema, con un cirujano experto.

En cuanto a las distrofias de la retina, todavía no existen muchas opciones aplicadas en la clínica, pero ya han empezado a introducirse terapias génicas frente a alteraciones concretas en los genes, como la que provoca un tipo de distrofia conocida como amaurosis congénita de Leber. Esto abre la puerta a una nueva línea de terapias muy prometedoras, que en un futuro relativamente cercano serán accesibles a más pacientes con enfermedades de la retina hereditarias.

Principales enfermedades de retina

Si bien son muchas las patologías y lesiones que pueden dañar la retina, el oftalmólogo destaca la DMAE (degeneración macular asociada a la edad), una enfermedad asociada a la vejez, que merma la visión central y que padecen unas 700.000 personas en España (alrededor de un 5% de los mayores de 50 años).

Otra enfermedad relevante por su potencial severidad es el desprendimiento de retina, mientras que las membranas epirretinianas maculares (una especie de “papel de celofán” que arruga el centro de la retina) y las patologías vasculares, como la retinopatía diabética, también son muy comunes. Por último, las distrofias hereditarias de la retina representan un amplio grupo de patologías de origen genético que afectan a 1 de cada 3.000 personas y que, a menudo, aparecen en pacientes jóvenes.

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