El desprendimiento de retina no siempre avisa: caso de éxito en cirugía
Cuando Esther empezó a ver un poco borroso, al principio no le dio más importancia, ya que no le dolía ni tenía otras molestias. Sin embargo, llegó un día en el que la pérdida de nitidez se hizo más intensa y notó como una cortina oscura caía sobre su ojo. Decidió acudir al oftalmólogo y entonces descubrió que sufría un desprendimiento de retina.
Como explica la Dra. Andrea Oleñik, especialista de IMO Grupo Miranza Madrid, “se trataba de un desprendimiento de tipo inferior, que suelen ser de mal pronóstico porque los pacientes solo se dan cuenta cuando ya les ha afectado a la mácula o centro de la retina, la zona más importante para la visión”. Así ocurrió con Esther, que llevaba un largo tiempo con la retina desprendida, a pesar de no ser consciente de ello, y presentaba un importante grado de inflamación dentro del ojo, una complicación conocida como proliferación vitreorretiniana.
Ponerse en manos de confianza
¿Qué posibilidades tenía de recuperar visión? Según explica la Dra. Oleñik, “la retina está compuesta por tejido nervioso y es como un cable de TV. Si lo cortas por la mitad y lo reconectas, puede ocurrir que la televisión vuelva a ir bien, que haya perdido parte de sus funciones o que las recupere ofreciendo una menor calidad”.
Por tanto, no hay un único resultado posible para la cirugía del desprendimiento de retina e influyen muchos factores, desde el grado de evolución y severidad de la enfermedad, hasta las características de cada ojo y paciente o la experiencia del cirujano, cuya elección y ejecución de la técnica quirúrgica puede ser determinante. Por eso, Esther decidió ponerse en manos de la Dra. Oleñik, tras haber recibido la recomendación familiar de acudir a IMO y enterarse de que el Instituto ahora disponía de clínica en Madrid.
“Llegué a su consulta pensando que podía perder el ojo, ya que, en el centro al que había acudido inicialmente de urgencias, me dijeron que con suerte llegaría a recuperar un 20% de mi visión con la operación que me realizarían en 4-5 días. La Dra. Oleñik, en cambio, cogió el toro por los cuernos, transmitiendo mucha confianza y seguridad, y al día siguiente ya estaba practicando mi cirugía por desprendimiento de retina”.
Cirugía del desprendimiento de retina en 24 h
“En IMO Grupo Miranza procuramos realizar la cirugía del desprendimiento de retina en menos de 24 horas normalmente, poniendo todos los medios a disposición de nuestros pacientes para una cirugía ágil y de calidad”, destaca la oftalmóloga. En el caso de Esther, además, añade que “a pesar de ser un caso complejo, no tuvimos que usar aceite de silicona en el interior del ojo para conseguir que la retina recuperase su posición habitual con la vitrectomía. En su lugar utilizamos gas, que facilita una recuperación más rápida y no necesita realizar una reintervención para extraerlo”.
Esther no ha podido estar más satisfecha con el postoperatorio, superando con creces sus expectativas visuales. En su visita de control al mes y medio de la operación de retina ya estaba viendo un 70%, con perspectivas de seguir mejorando, “ya que la retina, al ser tejido nervioso, suele necesitar alrededor de un año hasta restaurarse al máximo”, concluye la Dra. Oleñik.
Revisiones anuales del fondo del ojo
Para evitar casos avanzados como el de Esther, que anteriormente no había tenido ningún problema ocular ni señal de alarma, la oftalmóloga de IMO Grupo Miranza recuerda la importancia de acudir a revisiones periódicas, sobre todo a partir de los 40 años, en caso de haber sufrido un traumatismo en el ojo o de tener factores de riesgo como alta miopía o diabetes. Estos controles deben incluir un examen completo del fondo del ojo para detectar posibles desgarros en la retina que puedan desembocar en un desprendimiento y que, cogidos a tiempo, pueden tratarse de forma preventiva con láser para evitar la cirugía del desprendimiento de retina.