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Mujer con migraña que le afecta a los ojos

La migraña es la sexta enfermedad con mayor prevalencia a nivel mundial. De hecho, y según los datos recopilados por la Sociedad Española de Neurología (SEN), la migraña afecta a aproximadamente un 13% de la población española, lo que implica que más de 5 millones de personas la sufren en nuestro país. Pero hay otro dato negativo importante a tener en cuenta: “el 75% de los pacientes con migraña tarda más de dos años en obtener un diagnóstico”, lo que evidentemente incrementa el riesgo de que la causa subyacente de la misma evolucione y de lugar a síntomas más significativos. En ocasiones, esta causa está relacionada directa o indirectamente con problemas de visión.

Tipos de migrañas que afectan a la visión

No todas las variantes de la migraña afectan a la visión. De hecho, una distinción recurrente es la existente entre la migraña sin aura, en la que no suelen mediar síntomas visuales más allá de cierta sensibilidad a la luz, y la migraña con aura, en la cual tienen lugar destellos de luz, líneas en zigzag y puntos ciegos previos a la aparición del característico dolor de cabeza. Otros tipos de migraña que afectan a la visión son la migraña oftálmica, que puede implicar síntomas visuales graves, o la migraña basilar, la cual involucra una serie de síntomas neurológicos en la base del cerebro que incluyen síntomas visuales. No solemos ver estos en la migraña vestibular ni en la hemipléjica.

Patologías oculares que puedan fomentar la aparición de migrañas

Existen patologías oculares que pueden provocar o agravar un episodio de migraña. Un ejemplo que solemos encontrarnos los especialistas son los defectos de estrabismo, especialmente en personas que tienen dificultad para hacer movimientos de convergencia o que tienen tendencia a tener un ojo hacia fuera. Además, algunos defectos refractivos como son el astigmatismo o la diferencia de graduación entre un ojo y otro puede dar lugar a dolores de cabeza que en oftalmología conocemos como cefaleas refractivas que, a su vez, pueden desencadenar o incrementar la intensidad de la migraña ocular

Los síntomas visuales de la migraña

De todos ellos, los que más típicamente se conocen son la visión de luces brillantes, una especie de luz en sierra que va creciendo hacia la periferia del campo de visión y que tiende a durar entre 15 y 30 minutos. Otros tipos de auras menos frecuentes son el escotoma centelleante, en el que median problemas para ver lo que hay en el centro del campo visual, y la nieve visual, que es como ver el punteado de un canal de televisión codificado. También está la palinopsia, una perseveración de la imagen pese a que esta desaparezca del campo visual, y el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, a partir del cual se ven los objetos más pequeños o grandes de lo que deberían.

Dr. Diego Celdrán, oftalmólogo especialista en neuroftalmología en IMO Grupo Miranza

Principales claves para diferenciar entre dolor de cabeza y migraña

La principal diferencia entre los dolores de cabeza convencionales y las migrañas oculares, y en general cualquier tipo de migraña, es el área afectada: la migraña suele ser un dolor de cabeza en una mitad de la misma, no en toda ella, lo que suele ayudarnos a distinguirlas fácilmente. Además, la migraña opera a través de punzadas, mientras que el clásico dolor de cabeza suele tener una presencia más constante. Por último, la migraña suele llevar asociada fotofobia, sonofobia y osmofobia, lo que implica que la persona que la sufre no soporta la luz, los ruidos ni los olores. Por eso tiende a encerrarse en una habitación a oscuras y en silencio.

Cuándo es necesario acudir a un especialista si crees que puedes padecer migrañas

Toda persona que nunca haya tenido migrañas y de pronto sufra un episodio debería ser valorada para tratar de ver si existe o no existe algún factor de riesgo o de alarma más. Además, este examen permite identificar las causas que hay tras dicho episodio e intentar encontrar así el tratamiento más adecuado. En el caso, por ejemplo, de que medie una causa oftalmológica por un defecto refractivo u otro tipo de problema ocular, podemos poner en marcha mecanismos de corrección. Del mismo modo, toda migraña que dure menos de cinco minutos o más de una hora debería motivar una visita al especialista.

Influencia de la genética en la aparición de la migraña

Tal como ocurre con muchas otras patologías, los antecedentes familiares influyen notablemente en el riesgo de sufrir migraña, con una tasa aproximada del 70%. No obstante, los hábitos de vida también juegan un papel muy importante tanto en la aparición o no de esta afección como en la intensidad con la que se presenta.

Principales claves para diferenciar entre dolor de cabeza y migraña

La principal diferencia entre los dolores de cabeza convencionales y las migrañas oculares, y en general cualquier tipo de migraña, es el área afectada: la migraña suele ser un dolor de cabeza en una mitad de la misma, no en toda ella, lo que suele ayudarnos a distinguirlas fácilmente. Además, la migraña opera a través de punzadas, mientras que el clásico dolor de cabeza suele tener una presencia más constante. Por último, la migraña suele llevar asociada fotofobia, sonofobia y osmofobia, lo que implica que la persona que la sufre no soporta la luz, los ruidos ni los olores. Por eso tiende a encerrarse en una habitación a oscuras y en silencio.

Hábitos negativos para nuestra visión pueden generar migraña

Son muchos los hábitos negativos para la visión que pueden generar o intensificar una migraña retiniana: una mala higiene del sueño, un consumo excesivo de cafeína, un estrés muy intenso, el consumo de alcohol en ciertas personas, los esfuerzos de visión cercana sin descansos óptimos o la realización de tareas en contextos en los que hay una gran diferencia de intensidad de luz entre la pantalla y la luz ambiente. Otros factores de riesgo relativamente frecuentes escapan del control de los pacientes, como es el caso de la menstruación o problemas de tipo vascular.

La migraña como factor de riesgo

El alcance de la relación entre ciertas condiciones vasculares y la migraña es tal que la presencia de esta indica un riesgo ampliado de padecer glaucoma, una enfermedad provocada por el daño ocasionado por la presión intraocular en el nervio óptico. Además, la migraña es asimismo factor de riesgo para cuadros isquémicos a nivel ocular. Por eso subrayo nuevamente la importancia de acudir a un especialista para que analice cada caso en particular, en concreto un neuroftalmólogo, capaz de analizar todos los posibles desencadenantes de la migraña. Una simple visita a consulta puede marcar una gran diferencia

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