Creer para ver: el valor de la confianza
Miradas y confianza. De estas dos palabras surge nuestro nombre, Miranza, aunando nuestro principal objetivo -velar por la salud y bienestar ocular- y uno de nuestros principales valores: la confianza. Una confianza basada en el conocimiento de nuestros especialistas, la tecnología de la que disponemos y en una forma de entender y practicar la medicina, desde la escucha y el acompañamiento al paciente.
Sobre ello hablan tres de nuestros especialistas en “Creer para ver: el valor de la confianza”, una nueva entrega de nuestra serie de podcast.
Los doctores Elena Arrondo (IMO Grupo Miranza), Aitor Fernández (Miranza IOA) y José López Garrido (Miranza COI) coinciden en que la confianza médico-paciente es clave para establecer una relación de seguridad y tranquilidad entre ambos. Para el Dr. Aitor Fernández, la confianza “es un intangible que juega un papel clave para ofrecer un diagnóstico más certero y un tratamiento más eficaz”, mientras que la Dra. Arrondo destaca su importancia, “especialmente en relaciones a largo plazo, como las que se suelen establecer con pacientes crónicos, como los de glaucoma”, la especialidad de la oftalmóloga.
Escucha activa y humildad, claves de la confianza
Los tres oftalmólogos coinciden también en la importancia de la comunicación, que, según el Dr. López Garrido, debe ser “veraz, realista y comprensible”, así como en el peso de la empatía, para acompañar a los pacientes, haciéndoles sentir que el médico está a su lado en toda la evolución de la enfermedad, con la que muchas veces tienen que convivir a lo largo de los años, y de esa manera transmitiéndoles confianza. Otros dos rasgos que distinguen a un buen médico en quién confiar son, según destacan los especialistas de Miranza, la escucha activa y la humildad.
Escuchar al paciente para saber cómo se encuentra y cómo está viviendo su día a día es una herramienta que, además de incrementar su confianza, ayuda a completar la información fría y, a veces incompleta, que pueden ofrecer las pruebas diagnósticas. Escuchar también al paciente al finalizar la consulta, “nos permite asegurarnos de que ha entendido todo y de que no se va con ninguna duda pendiente”, asegura el Dr. Aitor Fernández.
Los oftalmólogos destacan igualmente el valor de la humildad “para reconocer que no siempre lo sabemos todo y que, incluso, no dudamos en acudir a algún colega para contrastar opiniones o para derivarle al paciente, si pensamos que lo va a saber tratar mejor”, concluye la Dra. Arrondo.