Tratamientos oculares
Colirios para el glaucoma
¿Qué son los colirios para glaucoma?
Los colirios para glaucoma son fármacos aplicados en forma de gotas en el ojo para bajar la presión intraocular, que es el único factor de riesgo que podemos controlar cuando diagnosticamos la enfermedad. Reducir esta presión a “límites diana” nos permite frenar la progresión del daño del nervio óptico y la consiguiente pérdida de campo visual.
Para ello, el estadio inicial de tratamiento (antes de otras alternativas como el láser para glaucoma o la operación de glaucoma suele ser el uso de medicación tópica mediante colirios hipotensores. Sin embargo, tu oftalmólogo determinará cuál es la mejor solución para tu caso, en función del tipo de glaucoma y de la fase en la que se encuentre la enfermedad en el momento del diagnóstico.
Tipos de colirios para glaucoma
Hay diferentes tipos de gotas que podemos prescribirte:
- Colirios para glaucoma que reducen la producción del humor acuoso (líquido que baña las estructuras oculares y que, si se acumula, ejerce una presión excesiva sobre el nervio óptico y lo daña).
- Colirios para glaucoma que aumentan el drenaje del humor acuoso, facilitando su eliminación para evitar también que aumente la presión intraocular.
Asimismo, podemos optar por una estrategia de monoterapia (un único fármaco) o por la terapia combinada (varios fármacos, que pueden combinarse en un mismo colirio). La tendencia actual es la utilización de colirios en monodosis y libres de conservantes, que preservan la superficie ocular y ayudan a evitar intolerancias a largo plazo, ya que son tratamientos crónicos.
Enfermedades oculares que tratan los colirios para glaucoma
Este tipo de colirios también pueden estar indicados para tratar la hipertensión ocular aunque no tengas glaucoma y evitar así que el nervio óptico llegue a dañarse por el mantenimiento de unos niveles altos de presión en el interior del ojo.
Uso de los colirios para glaucoma
Hay diferentes pautas de tratamiento para los distintos tipos de colirios: algunos solo tienes que ponértelos una vez al día, mientras que otros requieren 2 o 3 aplicaciones. Es muy importante que sigas las indicaciones de tu oftalmólogo y que respetes las dosis indicadas, evitando poner más gotas de las necesarias o saltarte alguna aplicación.
De hecho, alrededor de un 25-30% de los pacientes no es constante en el uso de los colirios para glaucoma, lo que puede hacer que pierdan eficacia y no logremos reducir la presión intraocular a los niveles deseados. En las clínicas Miranza nuestros especialistas te harán el seguimiento oportuno y adaptarán el tratamiento a tus necesidades.